El mal tiempo nos obliga a recluirnos en casa y nos volvemos nostálgicos recordando los días veraniegos, pero el invierno también tiene un lado bueno que hay que saber aprovechar. A los más frioleros les vendrá a la cabeza planes de ocio tan estupendos como la lectura, el cine o las actividades artísticas. ¿Y si todo eso se pudiera hacer en un lugar privilegiado por su pasado histórico y su entorno natural? El resultado sería una experiencia única y diferente que no te puedes perder. Si lo que buscas es un alojamiento con encanto con chimenea y barbacoa para sacar el lado bueno al frío, la casa rural La Alameda es lo que necesitas. Hojas crujientes para pisar en el jardín, aire puro para respirar y una buena chimenea frente a la que calentarse son solo algunos de los pequeños placeres que te esperan.
En pleno corazón de La Mancha toledana, se encuentra La Alameda, una antigua alquería del siglo XVIII convertida en una casa rural llena de encanto y personalidad. Ubicada en una finca de más de quince mil metros cuadrados cerca de la localidad de Madridejos, reúne todo lo imprescindible en un alojamiento con encanto con chimenea y barbacoa. Una construcción llena de historia que se ha modernizado para tener todas las comodidades del siglo XXI sin olvidar su pasado, presente en sus paredes de adobe y la techumbre original de travesaños y vigas de madera. Todas las estancias de la casa se caracterizan por sus diseños luminosos, los alegres colores de sus paredes y los pequeños detalles que aparecen aquí y allá para dotar a todos los rincones de la casa de personalidad propia. Olvídate del gris invernal porque en La Alameda solo reinan los colores.
La casa rural La Alameda no olvida su pasado y cada estancia rinde homenaje a sus antiguos moradores, como la alcoba de la tía Engracia, la última mujer que habitó la casa y que sorprende con el contraste entre sus techos color añil manchego y el blanco de suelos y paredes. El pajar de Manuel es otra de las habitaciones, nombrada así en honor a la persona que rehabilitó la casa, y que se caracteriza por su diseño sobrio y sus pequeños detalles. Y no podemos olvidar el cuarto de Marcelo, dormitorio dedicado al hortelano que aún se pasea por la finca. Difícil elegir, ¿verdad?
Tras un rápido paseo por el jardín desafiando al frío, toca disfrutar de una buena cena en este estupendo alojamiento con encanto con piscina y barbacoa. Si alguien se atreve, podéis hacer una barbacoa y degustarla frente al calor de su chimenea, lugar idóneo para descansar, disfrutar de la lectura o una buena película. Sin prisas, sin agobios, simplemente necesitáis unas zapatillas cómodas, una manta calentita, vuestro pasatiempo favorito y acomodaros frente a la chimenea. Reserva ahora en la casa rural La Alameda y descubre el encanto del invierno al calor del fuego.
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